UN DULCE CON POLEN FRESCO
El polen es un producto que normalmente se consume seco, sin embargo existe la posibilidad de comprarlo fresco (se vende congelado) en algunas tiendas especializadas. El sabor y la textura son completamente diferentes al polen seco, el polen fresco está jugoso y es muy dulce, cuando se mezcla con miel y se deja reposar una media hora se obtiene una crema untosa que se puede mejorar añadiéndole unos piñones. El resultado es algo comparable a uno de los postres más exquisitos que hayas probado nunca.