El ayuno terapéutico
Hoy en día muchas personas creen que comer variado es suficiente para mantener una buena salud a lo largo de la vida, sin embargo, con este rutina el hígado no para de trabajar nunca y no le damos el necesario descanso para que se recupere y nos aporte toda la energía que necesitamos.
En nuestra cultura occidental el concepto de ayuno no se comprende, la mayoría cree que ayunar es no ingerir ningún tipo de alimento pero no es correcto. El ayuno es básicamente descansar de tomar proteína animal, especialmente carne como lo hace todavía la gente los días de vigilia en la Cuaresma. El ayuno a pan y agua sería un equivalente del ayuno terapéutico.
En esta entrada quiero hablar del ayuno terapéutico para mejorar el estado del organismo.
Este tipo de ayuno consiste en ingerir a lo largo del día alimentos que no requieran digestión, es decir, alimentos crudos vegetales, evitando las grasas, los frutos secos, los aceites así como alimentos cocinados.
Ayunar comiendo fruta no es comer una manzana o una pera y unas hojitas de lechuga. Para que no nos duela la cabeza y no nos sintamos mal, es necesario comer mucha fruta y muy variada cada dos horas. Comer dos o tres kilos de fruta por lo menos ese día y beber bastante agua.
Mucha gente practica el ayuno a base de fruta, zumos naturales y batidos de verdura cruda una vez a la semana o cada quince días. De este modo el hígado descansa y obtiene nutrientes esenciales para aportarnos toda la energía que necesitamos, azúcar libre de grasa. De hecho la mezcla de alimentos dulces pero elaborados con grasa impide al hígado asimilar los azúcares necesarios para funcionar correctamente porque tiene que digerir la grasa y a la larga nos pasa factura.
¡Cuidar de nuestro hígado es la mejor garantía para nunca nos falte energía!
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